Cómo
pedirle a un corazón que olvide si de estúpido y necio sólo sabe de amor y
tristeza.
Cómo
explicarle que los besos queman cuando te los arrebatan y que duele el alma si
intentas gritar el dolor. Que no puede ser ardiente ni pretender ser salvado
por mucho tiempo y que ha de soportar las caídas porque después no podrá
pedirle a la mente que olvide
Cómo
hacerle entender que nadie podrá darle vida porque murió de esperar lo que
nunca llegó a tiempo y que ha de quedar oculto entre las sombras de la propia
muerte, recordando que la amargura siempre llega sin ser invitada.
Cómo
demostrarle que ha de perder la ilusión, que no puede entregar todo sin
reservas ni medidas hasta que no quede nada para dar, que no ha de querer sin
condiciones o se verá obligado a sufrir el abandono. Cómo convencerle de que no ha de abrir puertas y ventanas porque entrarán y le harán daño.
Cómo
justificarle que a nadie le dolerá su dolor porque no es más que un recuerdo descolorido,
que amar nunca es sinónimo de felicidad, que no puede ser sincero y honesto o
que no ha de llorar lágrimas que no van a ningún sitio.
Cómo
decirle que no debe imaginar, soñar, pensar, anhelar, necesitar, sentir o latir
porque sufrirá y ningún rincón será bueno para él.
Cómo
consolar a un corazón que quedó vacío.
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