martes, 29 de septiembre de 2009

Cadiz.... SUEÑOS

Sueños… sueños… Sueños… Sueños
que nos son sueños de una noche de verano
Sueños… sueños… Sueños
que atesoré en mi corazón durante años
Sueños… Sueños
que se hacen realidad si estoy soñando
Sueños…
Sueños que sueños no son,
sólo hay que verlos
de primera mano.

Me contaban de tu Caleta
y soñé…
y mi sueño era tu olor.
Me contaban de tus calles
y soñé…
mi sueño era tu color.
Me contaban de tus luces
y soñé…
mi sueño fue tu dolor.

Tus callecitas estrechas
donde la luz es tu magia
y su sonido un arrullo…
Tus plazas son intimistas
tu gente son mis amigas
aunque acabaran de verme…

Y el Falla solo era un sueño
inalcanzable, por cierto.
para mí, un vagabundo…
El Mercado y la Victoria
Puerta Tierra y San Francisco
Posesión irreverente…

Canalejas, Plaza España
Campo Sur y Astilleros
La Viña o el Mentidero…
Santa María, Carranza
Plaza la Mina o España
Paseo de Carlos tercero…

Sueños de sueños imposible
que durante años soñaban
con un Carnaval lejano…
Muy cercano en la distancia
que con sólo soñar podía
en mis manos disfrutarlo


Sueños que sueños no son…
que sólo hay que verlos
de primera mano.
sueños que sueños no son
son ilusiones
de carnavalero...

Sueños... sueños...son sueños...

martes, 22 de septiembre de 2009

Hotel Argantonio, Cadiz

Un pequeño inciso... y es que aun me quedan por ver las calles de Cadiz hasta Puerta Tierra. Pero me pica como un gusanillo en el estómago. Prometí escribir aqui sobre el Hotel en el que me hospedé, y temo que, si pasa demasiado tiempo, ya no se acuerden de mi.... y me hace ilusión. Les dije que les mandaría el enlace..... pura vanidad.... he de reconocerlo...
Pero andaba buscando un sitio en el casco antigüo, tranquilo, a cuatro pasos de cualquiera de los sitos que deseaba ver... no necesitaba ni spa ni masajes con barro, ni piscinas con agua de mar... pensaba estar tanto tiempo en la calle que sólamente necesitaba un sitio acogedor y confortable... vamos que lo impersonal de los hoteles de cinco estrellas y cien habitaciones no era lo que iba buscando.
Encontré este hotel. Quince habitaciones me garantizaban no mucho más allá de unas 30 personas. Y después de ver otros muchos hoteles, me dicidí a llamar aunque sólo fuera por saber si para el 12 tenían vacante alguna habitación individual. Un cielo quien me contestó... hablamos de Cadiz y de Carnavales... y me dijo como ver mi habitación desde internet después de hacer mi reserva... su voz y su amabilidad me dijeron que era un buen sitio. Y lo curioso es que ni pregunté cuánto me iba a costar... la poca costumbre...
Un Hotel de dos estrellas, en pleno centro del casco antigüo, cerca del puerto, de la Caleta, a cinco minutos de la Viña, a dos de La Catedral... de Puerta Tierra para adentro... vamos lo que yo andaba buscando. Y no me importaban demasiado las condiciones propias del Hotel, sólamente lo necesitaría para dormir.
Sus alrededores.... unas callecitas estrechas a las que se llega facilmente desde el Puerto, andandito y por la Avenida del Puerto y la de Ramon y Carranza, y queda a la altura de La Plaza de España y el Monumento a las Cortes, y de la Diputación Provincial.
Entrada discreta donde las haya...




Una entrada no muy grande, no te impone más que un arco mozárabe que parece sacado de la Alhambra que te queda de frente. A la derecha la Recepción, a la izquierda una pequeña barra donde no me importó tomar una cerveza mientras ponían en orden la habitación... creo que llegue demasiado pronto... y charlaba con la señorita de la recepción.




Pasado este arco... un patio de recuerdos totalmenta andaluces, con su solería de arcilla, zócalos de azulejo y fuentes por las que corre y canta el agua... a la izquierda un pequeño comedor, con muebles decapados en blanco, sillas y mesas rústicas, cuadros serenos, flores y motivos decorativos que me recordaban a una tetería árabe acomodada al gusto occidental y en el que pude desayunar, porque estaba incluido en la noche, tostadas, chacinas, bollería, zumo y café ( hacia años que no desayunaba tanto) ... a la derecha el sonido de la modernidad... internet y una cabina donde puedes mantener el contacto con los tuyos o simplemente curiosear, ( vamos... lo que sueles hacer en casa ).
Mas parece un patio al más puro estilo andaluz donde el baño era compartido por todos los vecinos, que el rellano de un Hotel... salvando las diferencias, claro... salvando las distancias entre lo rústico cómodo, cuidado y agradable y lo simplemente rústico, dejado de la mano de Dios, y que debe ser entendido como algo "tipical andalusian". Me encontré con algo andaluz, típico y cuidado.
Mi habitación... la llamada "Aradús"... He buscado en internet... "Aradus, uno de los lugares mas importantes de la Fenicia original, era una islita rocosa, de sólo 1.500 m de perímetro. Según Estrabón, estaba cubierta de edificios de varios pisos. Pese a su pequeño tamaño, la Historia nos documenta de que la ciudad dominaba sobre muchas de. las ciudades cercanas, como Maratus y Simira. No conocemos detalles de su topografía. Sus necrópolis, y quizá también sus suburbios, debieron extenderse por tierra firme, como ocurre, en Motya, en Sicilia. Estrabón recoge la extraña historia de que la ciudad no tenía pozos y que si sus cisternas se secaban, había un manantial submarino entre la isla y tierra firme del que los habitantes extraían el agua, haciéndola subir a las barcas por un tubo de cuero, en cuya extremidad inferior había media esfera de plomo que cubría la boca del manantial y la aislaba del agua del mar. Los habitantes de Aradus eran notables marinos. Formaban un gran contingente de las flotas fenicias, y sus monedas más antiguas muestran una galera en el reverso, como insignia de la ciudad."... Pero está decorada con detalles balineses, muy orientales. No tiene nada que ver, pero bueno... es original. Me gustó el espejo del baño (impecable), precioso, y esa solería que me recuerda a la que había en la casa de mi abuela y que ya sólo existe en el recuerdo. La cama es muy cómoda y las sábanas huelen a limpio. Televisión, conexión a Internet, minibar ( que no usé).... de lujo.

Baño...
Dormitorio...

Desde la otra esquina y tomada prestada de su página

Al final buscaba un hotelito barato en el que poder ir a dormir en la noche, mientras por el día me dedicaba a caminar y ver, aunque fuera por encima, la ciudad de Cadiz. Me encontré un hotel en el que se ve el esfuerzo por hacerlo acogedor y en el que las personas que trabajan allí se esfuerzan por hacerte la estancia muy agradable... gente próxima, amiga...
He de volver a Cadiz. Me quedan muchos rincones que ver y ahora sé dónde estan. Y además conozco un hotelito, la mar de lindo, en el que me puedo sentir entre amigos y a los que tengo que agradecer parte de mi feliz estancia en Cadiz.
P.D. Si, siendo trabajadora de Hostelería desde hace años, pudiese trabajar en un hotel semejante, lo haría. Lástima que esté en Cádiz.







domingo, 20 de septiembre de 2009

La Catedral

Desde La Caleta, y siguiendo las murallas por la Avenida Campo del Sur, con unas vistas realmente impresionantes, llegas hasta la Catedral. Y mientras caminas recuerdas aquel coro de Julio Pardo, allá por el 2005, "por los bloques" en el que el tipo era el de gatos callejeros vestidos de forma humana...
"Un gato que hace sus deseos realidad, un gato que quiere ser sólo de Cai na más... Todo lo que tiras por los bloques para este gato es un disloque... Lo que para ti es basura, aquí servirá... Lo que tú no quieras, este gato recupera..."
Y si... esos son... grandes bloques de hormigón que pareciera salvaguardaran las murallas de los envites del mar y que llegan hasta Puerta Tierra. Más allá queda la Cadiz moderna con sus grandes edificios, grandes superficies y grandes hoteles.

Mientras caminas no sabes hacia dónde mirar... si hacía el mar... si hacía las edificaciones (curiosas porque las casas tienen sus fachadas pintadas cada una de un color...




... u observar como esa cúpula dorada de la Catedral cada vez está más cerca.








No soy muy buena haciendo fotografías, y eso si las hago porque, a base de mirar y mirar, se me olvida que llevo la cámara y ni la saco... ni con el móvil, que siempre está más a mano, se me ocurre hacer alguna. O eso o hago las que hace todo el mundo y desde los mismos lugares.
Por ejemplo, quería hacer una foto de la fachada entera y no pude, no por nada, sino porque en esa plaza tan bonita a la que da la entrada principal de la Catedral, no sé a quien se le habrá ocurrido colocar dos carpas enormes ( una es una pista de baloncesto y otra, de la rabia, ni miré lo qué era) que sólamente salvan las terrazas de los bares porque entre ellas y la escalinata apenas han dejado un metro para poder pasar.
Quedaba entrar y me encuentro como en casi todas las Catedrales de España, supongo, con un pequeño mostrador y a un señor que te recibe en voz tan baja que no sabes qué contestarle aunque si que sabes que lo que te dice es que tienes que pagar para entrar. Vamos que, a no ser que sea la hora de los Oficios, la casa de Dios es del Ayuntamiento y este te cobra. No le envidio la tarea al señor del mostrador si tiene que explicar esto a todo el que llega.
El caso es que con la Catedral tambien se incluye la visita a la Cripta y al Museo. Si quieres visitar la primera son 3 € y si quieres visitar los dos, pues 5 €, que para ver sólo la Catedral tenía que esperar hasta las siete, la hora de la Misa, y entonces era gratis. Pero estaba en Cádiz y ese señor es gaditano, y cuando le dije que no tenía ningún interés por entrar a ninguno de los dos sitios y que era un fastidio, ya que estaba allí, tener que esperar dos horas más, me pregunta "¿vienes sola?". Si, contesto. "En ese caso, si es que vienes sola y no se lo dices a nadie, puedes pasar". Simpático el caballero.
Podía oir el eco de mis pisadas cuando, lo que supuse era el Coro de la Catedral, comenzaba su ensayo y, si ya sobrecoje una Catedral vacía pues con música de fondo aún más. Vamos que lo de sacar la cámara y hacer fotos a diestro y siniestro, encima, se me puso cuesta arriba.

sábado, 19 de septiembre de 2009

El Falla

No se le pueden hacer muchas fotos al Falla a no ser que te gusten los andamios. Está en restauracion, aunque dentro se celebra una muestra cinematográfica.
Si digo la verdad me quedé un poco chafada. Le di la vuelta, entera, pero ni lo vi tan grande ni sus ladrillos son tan "coloraos". Lo ves en la tele, tan hermoso, tan señorial... tan enorme... quizás yo esperaba que me impresionara más, pero tuve que sentarme en la plaza, delante de su portada, casi una hora porque no era capaz de marcharme, para encontrarle una ínfima parte de lo que esperaba. Ya me avisaron de que no era lo mismo con lo de los andamios, pero tampoco sus alrededores, sobre todo la plaza, me trasladaron mucho más allá de una plaza vacía, salvo por las palomas que campaban a sus anchas en una fuente sucia y descuidada, y donde tuve que echar mano de mi imaginación para verla llena de luz y color, sonidos, canciones, gente... carnaval.



Pretendía entrar... y después de una hora pensándomelo y viéndolo todo tan cerrado, lo rodeé de nuevo para despedirme. Justo en la parte de atrás una puerta abierta, pero un guarda con cara de no tener muchas ganas de estar allí me disuadió siquiera de intentarlo.

Aún así creo que si hubiese pegado mi oreja a sus muros hubiese podido escuchar viejos sones de comparsas y chascarrillos de chirigotas. Pero no lo hice. Lo haré cuando acuda a mi próxima cita.
Pero apesar de todo no deja ser una fábrica de sueños y esos no los hacen ni una plaza llena de gente ni unos ladrillos más o menos rojos. Los sueños del Falla estan en su interior, entre las butacas y en el escenario, entre bambalinas y en el gallinero, donde año trás año mucha gente se desgañita para cantar alabanzas a su tierra y contagiar su alegría al mundo entero... y algún día yo espero poder estar allí.

Castillo de San Sebastian

Así se ve el Castillo de San Sebastian desde la otra esquina de La Caleta. Se llega hasta él por el Paseo Fernando Quiñones, un malecón que lo une a la playa. Supongo que cuando sube la marea permitirá llegar hasta allí. Yo tuve que dejar la visita para la próxima vez que vaya a Cadiz porque en esta ocasión andaba mal de tiempo y quedaba mucho por ver aún.

Al otro lado, al pie del malecón, el Barrio de la Viña.




jueves, 17 de septiembre de 2009

De la Caleta a La Catedral


Detrás de mi oigo algo. "¿pero es que la gente se baña en el lodo?". Pues si que podría parecerlo pero no es más que lo que la bajamar deja a la vista y es curioso ver como los que bajaron a la playa andurrean por entre las pequeñas pozas y las piedras, y observas que, de vez en cuando, se agachan y recogen algo. A lo mejor alguno, esta noche, se come un platito de almejas de La Caleta al ajillo.


Si se va como yo a Cadiz, con la ilusión de ver y reconocer paisajes y lugares de los que durante años oiste hablar, y no eres capaz de mirarlos con algo más que curiosidad, puede que te sientas defraudado. No verás lo que esconden ni lo que significan para la gente de Cadiz, y eso es lo que realmente los hace especiales.
La Caleta es tema obligado en cualquier letra de Carnaval, entre otras cosas, porque queda muy cercano al Barrio de La Viña, carnavalero por excelencia. Sentada en la padereta veia a la gente yendo y viniendo de la playa. Una silla y la bolsa de las toallas suponía el único equipaje. Sencillo... A un lado de la Caleta el Castillo de Santa Catalina, al otro el Castillo de San Sebastian, y de fondo dos grandes edificios que forman parte del Campus Universitario, uno el Antiguo Hospicio y otro el Hospital Mora que hoy es la Facultad de Económicas. ¿Qué queda? el Bario de la Viña, y para los viñeros la Caleta es una prolongación de su casa y bajar a la playa es como echar un ratito en la sala de estar.


Y me alegro de haber ido en Septiembre porque, seguro que en Agosto no, me he encontrado con un Cadiz casi íntima.


En el centro dela playa otro emblemático edificio para todos los caleteros, el Balneario de La Palma, que por su forma semicircular bien parecieran dos brazos que se abren para cobijar a su gente y abrazar al mar, de la misma manera que Cadiz abraza a todo el que la visita.


Cadiz. Por las murallas

Me he prometido volver. A la porra los miedos a ir sola o a no conocer, o a no saber. Si no sabes o no conoces, ya sabrás y conocerás. Y si voy sola, pues ahora sé que tambien me gusta. Volveré a hacerlo y volveré a Cadiz porque allí no eres desconocida, preguntas y te llevan de la mano y, en dos días, te encuentras como en tu casa, como si de toda la vida... Pero claro, esto puede ser porque, en esta ocasión, Cadiz empezó para mi en Puerta Tierra. De ahí a La Caleta, del Puerto a La Catedral... todo está "a un par de calles más allá" y así da gusto.
El autobús me dejó junto a la Estación de Ferrocarril, justo en la entrada del Puerto, al pie de la Cuesta de las Calesas. Pensé que hasta el hotel sería una caminata, pero tampoco fue tan difícil y al regreso ya, un paseito.
Estaba tan ansiosa por ver cosas, que fué dejar la maleta y salir corriendo como si Cadiz se fuese a evaporar.
Tomé la paralela a la Avenida del Puerto, Ramon y Carranza, que me llevó hasta algún punto las murallas. Acostumbrada a mirar al mar y ver las costas de Africa enfrente, o al menos saber que no estan lejos, aquella vista me pareció inmensa.






Al fondo lo que se ve es el Baluarte de la Candelaria. Según se ve en el mapa está sobre un saliente de roca y a sus pies rompen las olas. Desde allí se ve toda la entrada a la bahía.Ya que estaba en las murallas decidí seguirlas hasta que terminaran, más que nada porque sabía que me levarían hasta la Playa de la Caleta que era algo que no podía dejar e ver. Más adelante unos jardines preciosos, donde sólo se oye cantar a los pajaros y, sobre todo a los loros que por allí hay muchos. Es el Parque Genovés. Desde aquí me encontré con las murallas cerradas con vallas y a poco me vi llegando al Castillo de Santa Catalina (enlace para ver fotos que no son mias...http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=vis&dat=cadiz/CA-CAS-030) , que tambien estaba cerrado y fuera del horario de visitas. Pero mi rabia se fué cuando veo que a donde he llegado es a la Playa de la Caleta. Esta es la única que hice del castillo porque a la derecha me esperaban las que yo quería.




jueves, 10 de septiembre de 2009

Me voy "pa Cai"...

Pues si... me marcho... sólo por dos dias, pero me voy a Cadiz... Cádi... Cái... la tierra de los Carnavales, la cuna de la alegría....
Tengo diez dias de vacaciones y he decidido que, aunque no sea Febrero, me voy a caminar por las calles de Cádiz, por el Barrio de La Viña, Santa María y del Pópulo, por la Plaza del Mercado, del Tio de la Tiza y de San Francisco, por la Playa de la Caleta y de La Victoria, veré el Faro, Astilleros, Puerta Tierra y el Falla... cosas y sitios que conozco porque oigo de ellos en las letras de Carnaval en boca de Comparsas, Chirigotas o Coros. Será bonito reconocer aquellos lugares de los que tanto he oido hablar y nunca he visto.
Y estoy nerviosa... muy nerviosa. Ya tengo el Hotel, he visto ( gracias a internet) mi habitación y ya he comprado el billete, porque a falta de coche para eso estan los autobuses. Será la primera vez en mi vida que viaje sola... parece ridículo, pero es que siempre lo he hecho con alguien (papá y mamá, amigos, pareja). Pero tambien será la primera vez que lo haga como a mi me gusta, callejero en mano y a caminar, y no habrá nadie que me diga dónde voy a comer y qué, cuándo me voy a dormir y qué es lo que me debe interesar ver... vamos, una gozada que no me quería perder aunque lo de ir sola a cualquier sitio pueda no gustarme. Ya lo veré.

martes, 1 de septiembre de 2009

Lo que no mata... engorda

El médico te quita de fumar y de beber. Los bajos sueldos no te dejan pagar la hipoteca. Tus hijos y sus problemas no te dejan dormir tranquilo. Tu esposa se enfada si te quieres ir a ver el futbol. Tu esposo se enfada si quieres ir de vacaciones a casa de tu madre. El Gobierno te amenaza con subir los impuestos y tu tiemes miedo de quedarte sin empleo, si no lo estas ya.Y ahora "la gripe" y el Ministerio de Sanidad te dicen que dar besos y abrazos es peligroso.
"Lo que no mata... engorda"... podría llegar a ser un consuelo porque nos estamos quedando sin muchas cosas que no perjudiquen la salud