martes, 30 de octubre de 2018

Me cortaste las alas

Me cortaste las alas, me quitaste el vuelo
y escurriste los sueños que pendían de mi.

Soy un trapo de dolor acurrucado
en la esquina de mis lejanos pensamientos.

Con tu último acto me prendiste la culpa
en un collar sobre el cuello.

Me mataste la sonrisa, si es que quedaba en mi cuerpo.
Permanecí callada, temblando, muriendo.

Llena de dolor, mi pena cortó el nudo apretado
por los lazos del tiempo.

Yo te quise tanto.
Tu nunca, es cierto.

Verte así tan solo...
Tan quieto, tan loco, tan poco.

Verme allí de mas...
Tan sola, tan nada; tan mal.


Autor desconocido para mi.

sábado, 27 de octubre de 2018

Quise...



Quise adornar la mejor estancia para ti y escogí una durante mucho tiempo vacía y cerrada con llave. Quité el polvo y las telarañas que durante años habían habitado allí, únicos reyes del olvido.
Abrí ventanales y contrafuertes para que la brisa entrara y te trajera hasta mí. Preparé el lecho más tierno para nosotros con las sábanas más suaves y la luz más tenue para que no dañara tus ojos. Cortinas de seda, almohadones de plumas y rocié el aire con ese exquisito perfume del que ama.
Lo más dulce de mi alacena lo puse sobre la mesa. Fresas, nueces y almendras, queso del norte y pan de hogaza. Manteles de lino, platos de loza, flores y dos copas para compartir un buen vino.
Limpié las malas hierbas, dejé mi puerta a la vista para que no te perdieras y encendí velas en los cristales que te mostraran el camino.
Me acicalé y lucí mis mejores galas.
Y esperé.
Y el queso envejeció y el pan se hizo piedra. Las flores se marchitaron y el vino se agrió. La cera de las velas se consumió y las zarzas crecieron de nuevo ante mi puerta.
Y volví a cerrar la habitación con llave para que las arañas gozaran de intimidad

sábado, 13 de octubre de 2018

¿Cómo se escribe un suspiro?



Nudo en la garganta que escapa y desborda un latido
ruido de palabras ahogadas, un sorbo de vida viajero,
una oración, un respiro del alma, un anhelo perdido,
consuelo fugaz para el amor que no se da en un solo beso.
Respiración del silencio que no quiere ser vacío.
burbuja de secretos guardados, un pedazo de tiempo,
resignación sin disfraz, una verdad contenida.
un ¡ay! que se quedó sin aliento.

Un suspiro no se escribe, 
se suspira.

sábado, 6 de octubre de 2018



Quise, como antaño, preguntar a la margarita, más temí su respuesta.
No esperaba un sí o un no sino un ya improbable.
Mañana, pasado, al otro…
y su último pétalo se me antojó demasiado lejano.
Estaba triste ese día.
Volví la cabeza y ni pregunté.