domingo, 4 de noviembre de 2018

¿Quién te crees que eres?



-¿Quién te crees que eres? ¿Crees que esas canas son de algo más que tus años? ¿De verdad piensas que significas algo para nadie? ¿De verdad te parece que aún hay esperanzas para ti?
-¿Quién te crees que eres? ¿Todavía deseas sentirte especial? ¿Crees que alguien lo creería? Parece mentira que aún creas que aparecerá un príncipe azul o una princesa cautiva que de sentido a tu vida. Eso ya no existe más que en tu mente. ¿De verdad crees que a estas alturas podía suceder algo extraordinario? Ilusiones.
-¿Quién te crees que eres?  Mira tus manos. Están vacías. ¿las ves? Sólo son los recuerdos de lo que no has vivido… lo demás sólo dejó huella. Mírate. Tus parpados caen, tus ojeras casi te impiden esbozar una sonrisa y tus hombros ya no los levanta ni tus propias ilusiones. Artritis por trabajar demasiado, artrosis porque siempre llega, úlceras que crecieron por los golpes de la vida, pierdes pelo por el estrés (menos mal que está de moda lo del estrés), tus piernas ya no te aguantan y has perdido veinte kilos en cuatro meses. ¿Pero te has visto? En ti sólo nace el deseo de amor, de amar  y  que te amen. ¿Crees, de verdad, que eso es posible?
-¿Quién te crees que eres? Nadie te ama, nadie te echa de menos, nadie se acuerda de ti, a nadie le importa lo que necesitas, no eres imprescindible para nadie. No eres nada para nadie.  Nadie sacrificará nada por ti. No mereces nada. No ames, No sueñes. No vivas. No quieras ser feliz.
-Procura no amar o te harán daño, intenta no necesitar de nadie o te encontrarás  de nuevo con esa soledad que no deseas y te aplasta, olvida eso de vivir y no querrás morir de nuevo. Sólo respira mientras te queden fuerzas. Para nada, al fin y al cabo... tú verás. O muere.
Con un golpe seco apagó la luz del baño y ese espejo por fin calló.

1 comentario:

Mara dijo...


Aquí llegué y me quedo un ratito. Hermoso relato real y triste a la vez. El espejo no engaña. Un saludo.