domingo, 25 de mayo de 2008

Festival de Eurovisión ´08, el día después.

¿Cuánto va a durar esto? Me pasé la noche cambiando de cadena como las locas. O te tragabas una peli que ya habías visto alguna vez o te sumergías de lleno en el Festival de Eurovisión que, una vez finalizado, se convirtió en el tema de conversación en todas las cadenas con debates o conexiones más o menos en directo. Hoy me levanto esperando que la marea hubiese pasado y resulta que, tanto en radio como en televisión, sigue siendo el centro de las conversaciones. ¿Es que mientras dormía se han pasado la noche hablando de lo mismo o es que, después de la tregua para el sueño, han vuelto a retomar el tema porque aún quedaban cosas que no habían quedado claras?
La verdad es que, viendo lo visto, parece que en este país necesitamos que nos desgranen cualquier tema hasta su más mínima expresión y, aún así, todavía puede quedarnos algún que otro rincón incomprensible. Parece que, y ya en el día después le encuentro menos sentido si cabe, necesitamos hablar de “nuestra” actuación en Eurovisión, en este y en años anteriores, y, también me parece, que nos estamos sirviendo de ello como para justificar el sentimiento de ridículo con que nos hemos quedado todos y que, culpando al magnífico trabajo de marketing que ha rodeado al “Chiki-Chiki”, escurrimos el bulto de nuestra responsabilidad.
¿ De verdad pensamos que en el resto de los países europeos pensarán, dirán como nosotros, que esta canción ha sido elegida con la idea de fomentar el interés por un concurso que hace años que cuenta cada vez con menos adeptos?¿Nos conformamos con eso? Aunque es cierto que los índices de audiencia han subido respecto a ediciones anteriores, también es cierto que se han dividido entre los que observaban y esperaban un triunfo y ver ridiculizado el espíritu eurovisivo, y entre los que rezaban para que España no quedara demasiado mal y no tener que sentir la vergüenza en carnes propias. Al final, y a pesar de los pesares, todos éramos conscientes de que semejante engendro de canción, semejante desfachatez solamente da la talla en discotecas, donde lo que menos te importa es la música que oyes porque vas a bailar y a pasar un rato divertido, y en Ferias que lo que interesa es que la gente se lo pase bien. Quizás pueda ser hasta la canción del verano ´08. Pero ¿Eurovisión? Pues menuda imagen hemos dejado en la memoria del resto de Europa. Menudo concepto musical hemos rubricado y menudo calificativo nos hemos ganado teniendo infinidad de mejores canciones, interpretes y, por supuesto, mejor cultura musical de la que se ha dejado entrever.
Muchos, para los que representar a España en Eurovisión era un sueño, se han quedado fuera y con sus ilusiones rotas. Quizás el trampolín que supone ya no se vuelva a presentar para ellos y por esto estemos desperdiciando verdaderos talentos… ya los echaremos de menos. Pero es lo que nos merecemos. A cambio nos quedamos con la satisfacción de que el 80% de los españoles se sentó ante el televisor para ver un Festival que parecía tener sus días contados y que últimamente parece que sólo sirve para que países con intereses comunes se vuelvan a dar un amigable apretón de manos.
Nuestro consuelo… que no hemos quedado los últimos, que hay otros peores o que Portugal siempre estará ahí.

sábado, 24 de mayo de 2008

MI VUELTA

Te pasas el año soñando con la vuelta. Volver a casa, junto a tu Señora, se puede convertir en el único programa en esos momentos en los que te encuentras a solas con tus pensamientos. “Cambiaré los volantes de la carriola…he de recordar echar esto o aquello… procuraré hablar con fulano o mengano durante el camino… visitaré a este o aquel el sábado… “ muchos planes y al final la mitad se vienen por hacer. Es curioso. Ni cambié los volantes de la carriola porque la carriola no fue, olvidé echar aquello pero al final no lo necesité… en el camino el polvo y seguir el paso de la mula no daban muchas ganas de hablar… y en la aldea casi no saliste más que para acudir a la Misa y al Rosario.
En el camino todo el tiempo lo pasé junto a mi "Simpecao" rogando fuerzas para que mis piernas aguantasen hasta el final. La mitad de las cosas que llevaba no salieron de la mochila, ni siquiera el saco de dormir porque pasé las noches junto al fuego, esperando el momento en el que todos se fuesen a dormir y poder estar a solas con Ella… oí los cantes de otras hogueras de fondo, el silencio del amanecer y sentí las primeras gotas de rocío ( hacía diez años de la última vez ).
Aún oigo los cohetes que resuenan en mis oídos cada vez más lejanos. Aún no he limpiado los botos. Aún no he guardado la ropa.
Muchas cosas se han quedado por hacer y, supongo, otras no debería haberlas hecho. Como siempre. Pero como nunca las cosas salen como habías pensado pues, a partir de ya, vamos tomando nota para el próximo año mientras descontamos días de un almanaque.
Lo que si he sacado en claro es que para ir al Rocío no debes ir con planes trazados, o esperando cosas diferentes a las que ya estas acostumbrado. Es un mundo tan aparte que puedes traer muchas cosas de allí, buenas experiencias y malas sensaciones. Y yo me he traído, este año, un poco de todo.
No salí de aquí con demasiadas buenas esperanzas, lo reconozco. Bueno o malo, sabía que volvería con un pequeño mal sabor de boca, con una sensación, que por ser este un Rocío diferente, no sólo me dejaría buenos recuerdos para este año. A lo mejor por esperarlos acerté a verlos… quizás los busqué para llevarme la contraria y resultó que sólo conseguí acertar.
La verdad es que no hay como no tener que estar pendiente de nada para darte cuenta de mucho. Y yo, este año he visto algunas cosas que no me han gustado y que, seguro, siempre han estado ahí, pero nunca me percaté de ellas.
Quiero pensar que nuestra categoría de “seres humanos” nos permite ser ruines, nos permite el cuchicheo abrigado en la intimidad de la confianza de que no nos oye nadie, nos permite velar con sonrisas la indiferencia que alguien nos produce, nos permite excusarnos en la prisa para no prestar atención a alguien que posiblemente nos necesite, nos permite correr un toldo para cubrirnos del viento siendo este una excusa para no comprometernos con el de al lado, nos permite acusar a otros de levantar muros a nuestro alrededor siendo luego nosotros los que nos aprovechamos de esos muros para aislar a los demás de nosotros mismos… en fin… nos permite equivocarnos.
Yo espero haberme equivocado con lo que he visto y vivido. Espero no haber visto una mala cara cuando se ha pedido una copa de vino y servirla a regañadientes… espero no haber oído aquello de “si quieren que vengan ellos, ya saben donde estoy” en lugar de”tengo que ir a verlos”… espero no haber visto grupos de amigos que se cerraban a la entrada de alguien más… espero no haber visto más interés por cumplir con un horario que por averiguar el por qué faltaba alguien…espero no haber oído discusiones porque la decisión de un Alcalde de Carretas no te era favorable… espero haberme equivocado al observar rencores, egoísmo, desinterés…porque seguro que yo misma he pecado de ello pero me auto justifiqué observándolo en los demás.
Se nos hace tan corto el tiempo que pasamos allí, tantas las cosas que deseamos hacer, que dejamos poco sitio para los que nos rodean. Dejamos la convivencia para cuando es obligada, el resto del tiempo “yo” lo escribimos con mayúsculas sin darnos cuenta de que eso es lo mismo que hacemos el resto del año y que los propósitos de enmienda quedan como cosa exclusiva para el último día del año.
A pesar de todo sigo sin querer volver de allí. Seguiré pensando que es más fácil que los buenos sentimientos afloren en aquella bendita tierra. Seguiré creyendo que, hasta la peor de las personas, allí puede sentir la certeza de que ser “bueno” no es tan difícil. Seguiré sintiendo que el amor por Ella puede mejorar muchas cosas y que parte de ese amor queda suspendido en el aire para que sea rescatado por quienes andan escasos de él. Yo seguiré yendo a cargar mis pilas allí. Borrón y cuenta nueva para este año también, que ya empezamos a quitar días a ese calendario para volver a casa de nuevo, con Ella.

lunes, 19 de mayo de 2008

Recomendaciones “pa” la Feria

Es algo curioso que encontré hoy en un blog llamado "el pito doble". Tienen arte los joios...
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Me han llegado por e-mail estas recomendaciones, que no vienen mal ante la cercanía de las Ferias . Estas recomendaciones son muy útiles para todas las personas que van a alguna feria, y son extensibles a la cerveza y cualquier tipo de bebida alcohólica.

EL AYUNTAMIENTO DE............... INFORMA... (FERIA 200...)

Estimado conciudadano/a:

Con motivo de la cercanía de las fiestas de nuestra ciudad y ante las incógnitas que nos surgen en una noche de ocio, por distintos motivos, nuestro departamento de salud recoge esta sintomatología concreta con la finalidad de arrojar luz sobre el tema, en la medida de lo posible.

SINTOMATOLOGÍA TÍPICA OCASIONADA POR EL CONSUMO DE FINO
Guía práctica de Reconocimiento y Resolución

Síntoma: Pies fríos y húmedos.
Causa: el catavino esta siendo agarrado en ángulo incorrecto.
Solución: Gírelo hasta que la parte abierta esté hacia arriba.
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Síntoma: Pies calientes y mojados.
Causa: Usted se ha orinado.
Solución: Vaya a secarse al baño más próximo. (Si está en una caseta póngase a la cola).
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Síntoma: La pared de enfrente esta llena de farolillos
Causa: Se ha caído de espaldas al suelo.
Solución: Posicione su cuerpo a 90 grados del suelo.
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Síntoma: Su boca esta llena de colillas de cigarros y albero.
Causa: Usted se cayó de cara al suelo.
Solución: Reposicione su cuerpo a 90 grados del suelo.
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Síntoma: El suelo está borroso.
Causa: Usted está mirando a través del fondo de un catavino vacío.
Solución: Compre otra botellita de fino fresquito.
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Síntoma: El suelo se está moviendo.
Causa: Está siendo cargado o arrastrado.
Solución: Pregunte si le están llevando otra caseta.
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Síntoma: La caseta quedó completamente a oscuras.
Causa: El bar cerró.
Solución: Pregunte al camarero la dirección de su casa.
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Síntoma: El chofer del taxi es un elefante rosa.
Causa: Usted bebió muchísimo.
Solución: pida al elefante que le lleve al retén de la cruz roja.
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Síntoma: Reflejo múltiple de caras en el agua del sanitario.
Causa: Esta intentando vomitar.
Solución: Métase el dedo en la garganta.
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Síntoma: La gente habla produciendo un misterioso eco.
Causa: Tiene la jarra de rebujito en la oreja.
Solución: Deje de hacer el payaso.
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Síntoma: Todo a su alrededor se está moviendo mucho.
Causa: Está en un coche.
Solución: Pida que le lleven a casa
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Síntoma: La caseta se mueve mucho y la música es muy repetitiva.
Causa: Está usted en una ambulancia.
Solución: No moverse. Posible coma etílico.
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Síntoma: Un enorme foco de la caseta le ciega la vista.
Causa: Está usted en la calle y ya es de día.
Solución: Ir a dormir la mona a su casa
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Síntoma: No tiene hijos y su mujer tiene 60 años.
Causa: Se equivocó de puerta.
Solución: Suba un piso más y vaya a dormir a su casa.
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Síntoma: Su amigo no le hace caso.
Causa: Está hablando con un buzón de correos.
Solución: Busque a su amigo para que le lleve a casa.
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Síntoma: Sólo ve lucecitas de colores y sirenas.
Causa: Está en la calle del infierno.
Solución: Cómprese un gofre y váyase a la caseta del amigo que esté más próxima.
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Síntoma: Está vestido de corto y montado en un caballo que no le hace caso.
Causa: Está en el fotomatón de la feria.
Solución: Bájese del caballito de madera y deje de hacer el tonto. .
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Son, sin duda, muy buenas recomendaciones para aquellos que, aún sintiendo en primera persona alguno de los síntomas descritos ( a salvo de los que no), se emperran en continuar con la juerga y con la supuesta obligación de ingerir líquidos con cierto indice de alcohol, y que llevados por la dinámica "amiguil" borran del diccionario la palabra "NO".