lunes, 16 de noviembre de 2009

Nada que hacer

Como cada lunes volví a verle. Llamé y quedamos a las dos, cuando recogía a sus nietos del cole. Nunca quise que me consideraran “abuela”… no tengo edad… pero de haber sido mis nietos no los habría querido más.
Una cerveza mientras espero. Otra mientras charlamos. Y una distancia entre nosotros que, a cada lunes, se hace más grande y no creí que fuera posible.
Mientras me habla, me descubro lejana, nada de lo que me cuenta me interesa, pero procuro escuchar una y otra vez sin conseguirlo. Después de tanto tiempo no hay nada, de todo aquello que me he esforzado por no perder, que me una a él. Lo único que permanece es la idea de haber empleado mucho en el camino y no haber conservado nada porque una sola palabra, en un instante, hizo que todo se esfumara.
He terminado de vaciar una de las habitaciones de mi corazón. He tirado todo aquello que no me servía, por enésima vez. Y me canso de tener que hacer siempre lo mismo.
¡ Qué lejos se me antojan los días en los que la imagen de un ideal príncipe azul era la única que preocupaba al apagar la luz !

10 comentarios:

Le Mosquito dijo...

Alguna vez fui príncipe azul sin quererlo. A veces no es uno mismo quien se corta el vestir, sino la mirada de quien así lo quiere ver.

Ahora podría ser abuelo azul, pero... por ahora, no.

:)

maile dijo...

Hace mucho que no creo en lo del príncipe azul. Y me temo que en estas cosas, como en otras, fallo más que una escopeta de caña y lo azul siempre torna a otro color, el principe termina siendo rana y yo seguiré esperando que sea la última vez que tenga que tirar los muebles de esa habitación.
Lo de convertirme en abuela... algún día. No es que tenga mucha prisa.
A pesar de todo seguiré comenzando con la misma ilusión que a los veinte años.

Valle dijo...

¿Es que aún no sabéis que no existen los "príncipes"? y mucho menos los azules.
¡Ay! vivamos, no el día a día sino el momento porque es de lo único que podemos disfrutar y bien sabe Dios que viviendo al segundo es como se disfruta de verdad.
Lamentarse del pasado no sirve de nada porque no deja de ser eso, pasado. Y pensar en qué pasará, pues tampoco sirve de mucho porque es algo que no se puede saber.
Se es bastante más feliz cuando se aprende a querer sin esperar que te quieran.
No merece la pena dar vueltas a lo que hace tiempo que no las tenía.
Te quiero.
Besitos.

maile dijo...

Supongo que habrá quien no espere que le quieran y sea feliz sólo con querer. Querer es hermoso y puede ser muy gratificante, tu y yo lo sabemos mi niña, pero no sentirse querido como uno necesita genera un vacío que te puede llegar a desesperar y mucho más si es consecuencia de una decepción. Y a esas no logro acostumbrarme. Tu lo sabes.
Del pasado ha de quedarte la esperiencia, penjsar en ello es bueno. Soñar con el futuro renueva las ilusiones diarias, aunque luego las entierre. Pero es la vida.El presente sólo hay que aprovecharlo.
Yo también te quiero, aunque a veces no lo parezca.

. dijo...

ay maile, de donde has salido?
es que pareces un espejo en el que me reflejo con lagrimas o sin lagrimas

en estos dias estoy sintiendome asi, me siento cansada de querer y ser alguien de paso, en fin, no es el principe azul el que esperamos, sino un hombre que nos quiera de la misma manera, no es vivir solo el momento, porque en algun momento, todo es pasado, y el futuro es presente, y muchas veces, hay mucha soledad de tanto "vivir el momento"

en fin, será la edad q me hace sentir asi

mas abrazos :)
claudia

maile dijo...

Por Dios Claudia. El placer fue mío cuando descubrí tu blog... que fué ayer mismo, je je...
Al leerte, y oirte, me regalaste una serenidad que hacía mucho que no sentía.
¿Lejos? Eres intemporal, mi cielo... es más, no pones fecha a lo que escribes. Tu dulzura, y tus anhelos, cruzaron el charco y me llegaron al alma.
Yo puedo defraudarte. Mi pluma no es pluma sino lápiz, y mi ánimo va y viene como las olas.
Pero te garantizo que no es la edad. No sé cuál es la tuya pero, seguro, que tenemos la mejor de las edades... la nuestra.
No sé de dónde salí... ni siquiera si salí aún... pero seguiré por aquí.
Gracias. Toda tuya.

SUPERMENDO dijo...

¿Sabes el chiste del príncipe azul?

Esto era UN PRÍNCIPE AZUL, que se casó con CAPERUCITA ROJA, y tuvieron los hijos MORADOS, jajaja.

maile dijo...

Mi querido Pedro. Me faltaba tu sentido del humor para tener un dia completo. Te envidio.
Espero que te encuentres bien. Como no sabía nada de ti, no coincidimos desde hace tiempo, me preocupabas. Pero parece que estás bien.
Me alegra verte por aquí, eso significa que no me olvidaste.
Muchos achuchones para ti.

Dyhego dijo...

Como cantaba la Tina Turner:
we don't need another hero/prince...
Un saludo.

maile dijo...

¿Eso no era de Mad Max y la Cúpula del Trueno?? Mi señor Dyhego ¡Qué recuerdos!
Somos humanos y cometer errores es algo que no nos es extraño y aunque nos lleven a sitios y gente equivocada, borramos, nos levantamos de nuevo y seguimos buscando. Si a pesar de todo lo hacemos y salimos adelante ¿no seremos los heroes de nuestras historias ?