jueves, 26 de noviembre de 2009

" mi chico"

Aunque le esperaba, creo que llegó a mi vida de improviso y cuando menos preparada estaba. Una llamada hubiera sido suficiente.
Una sola mirada bastó para enamorarme y con el roce de su mano en mi mejilla sólo logró engancharme a él como nunca lo consiguió ningún otro.
Con el tiempo, mi sueño cerca del suyo se convirtió en el más placentero, sus secretos en mis ilusiones, sus ilusiones en mis sueños.
Es “mi chico”… será “mi chico” aún después de haberse marchado, o de encontrar el calor que desea en otros brazos, porque nada en él me es ajeno.
Sé que no habrá nadie para mi tan querido y que él a nadie querrá como me quiere a mí pero cada día se me hace más difícil tenerle lejos y no poder disfrutar de esas charlas de sofá que se alimentan de confidencias en voz baja.
Le echo de menos y una llamada, de tarde en tarde, siempre me deja con ganas de más.

6 comentarios:

. dijo...

a veces me sorprendo, aunque no debería, en todo el mundo, la gente vive historias parecidas, y es asi, q cuando las conocemos, sentimos una extraña sensación, como de sintonía, a pesar de no conocer a esas almas, q sufren lo mismo que nosotros

creo q no hacen falta mas palabras a lo dicho, verdad?

pero mujer!! quien copia a quien??
jajajaj
besos maile, y ojalá una no sufriera tanto apego, verdad?

abrazo enorme
claudia

maile dijo...

Bueno Claudia, por tus fotos he podido ver que a tu hijo aún le queda mucho tiempo por estar contigo. Cuando se van para vivir su vida dejan un hueco que no llenan otros amores.
Supongo que será cuestión de "tanto apego".
Otro abrazo para ti mi niña.

campoazul dijo...

Una preciosa historia de un amor incondicional, asi son todos los verdaderos amores, incondicionales.

Un saludo.

Rosna dijo...

El Amor es así Maile san , sin apegos y nos queda esa magía ....de un poco más .........
sin esperar ,cuando llega nos ilumina nos deja plenos .
Feliz fin de semana !!!
Le dejo un ramito de violetas de la isla .
Rosna

maile dijo...

Pues si... amores incondicionales.
El corazón de una mujer suele amar mucho e incondicionalmente. En la misma proporción puede ser dañado porque cuanto más has dado, cuanto más has confiado, cuanto más has amado, mas fuerte es el dolor de la pérdida.
Con los hijos pasa eso y los pierdes en cuanto sus ojos comienzan a mirar para otro lado, porque no siempre es en el que estás tu.
"Mi chico", mi eternamente amado, es mi hijo que, con sus 24 años, camina solo buscando su propia vida.
Sus ilusiones siguen siendo mis sueños.
Su nombre... Abel.

Gracias a todas por pasar y compartir.

Anónimo dijo...

¿¿¿¿¿Tu hijo?????. Y yo que pensaba que era tu amante..... vaya corte...