Se aburría. No tenía con quien jugar y no le apetecía hacer castillos. Hacía frío… menos mal que mamá había encendido eso que da tanta calorcita… aunque no pueda acercarse a ella.
Apenas llegaba con la nariz al borde de la mesa.
- Mami… ¿Qué haces? ( se parecía a lo que acababa de hacer el en la pared de su cuarto)
- escribo
- ¿por qué?
- porque me gusta
- ¿por qué? (vaya una respuesta… a el le gustaba saltar en el sofá y siempre le regañaban por hacerlo)
- Porque me gusta contar cosas y pensar que alguien las leerá.
- ¿por qué? ( a el le gustaba que mamá le contara cuentos)
- No preguntes más, no lo entenderías.
- Yo quiero.
- Tu no sabes escribir todavía
- yo quiero… sí que sé.
Mamá cogió de un cajón un lapicero y una hoja de papel. Se parecían a los que la señora mayor le prestaba a él y a sus amigos… un día se trajo uno escondido en un bolsillo y lo guardaba junto a don potato.
- Siéntate aquí y dibuja un poco mientras termino.
Vaya… es todo blanco… en los otros siempre hay algo dibujado y el sólo tiene que dar el color… qué chasco… ¿qué hacer con esto tan blanco?… no es igual que hacerlo en la pared, detrás de la puerta, donde mamá no podrá verlo… ¿y si no le sale bien?… ¡qué grande!… pero mami lo hace… a ver… qué tontería, dibuja pequeño y sin color… eso no le gusta… no es divertido…
- Mami… píntame un caballo.
- Hazlo tú, yo ahora no puedo. Termino enseguida.
Pintar un caballo… que se creía ella que iba a dibujar un caballo… ¿no se le podía haber ocurrido otra cosa? ¿Cómo iba a pintar un caballo?... si lo hacía y mami veía lo que había tras la puerta sabría que lo había hecho él… y buscaría lo que guarda el señor potato… ¡Con lo bonito que le había quedado! … mejor no escribir aquí… además, lo que hacía mami no parecía ya tan interesante…
- No sé pintar caballos… ¿mami?... que no se pintar caballos…
Soltó el lapicero sobre la mesa y dejó el papel en blanco. Estaba satisfecho… cuando mami descubriera el caballo detrás de la puerta se llevaría una sorpresa… pero si creía que no sabía escribir nunca se le ocurriría pensar que había sido él… y es que mami no le dejaba pintar en la pared.
9 comentarios:
Anoche les conté un cuento a mis críos y nos moríamos de risa porque son de esos en los que salen muchas palabras escatológicas, jejejeje.
Un saludo y bonito caballo el que ha dibujado el zagalico
El mágico mundo de los niños... donde todo es posible.
Mi querido Dyhego... escatológicos o no... cuento o realidad... si los niños se rien ya está todo pagado.
Creo que si mi chico hubiera dibujado caballos en la pared no se los hubiera borrado. El siempre dibujó en papel, y sigue haciéndolo... y bien. También escribe, y sueña con publicar. Y yo me alegro de no haber cortado nunca esas iniciativas.
Es hermoso divertirse con los hijos. Disfrute de ellos mientras se dejen.
Y gracias por acompañarme.
Besos
Manuel, Manolo, Emanuel, Lolo, Manu..... tiene usted muchos posibles nombres, caballero. Me gusta Manuel.
No se cómo llegó usted aquí, pero bienvenido.
Pasé por su blog de dibujos. Me fuí a su primera entrada..." forma de expresión que me permite viajar a aquellos lugares interiores donde las palabras nunca podran llegar... ". Hermoso, y es posible, pero siento disentir.
Los que no los ven no podrían disfrutar de sus dibujos si unas palabras no se los mostraran... y se puede.
Gracias por visitar mi casa señor Manuel.
"La infancia es como una vela en el viento, que cuando este la apaga ya no vuelve a brillar más". "EL TIEMPO VUELA", un saludo.
Los niños...sí que son felices
Los niños son así de especiales.
Y si encima nos reimos con ellos, todo lo demás sobra...
Sí Mamé... la infancia es corta. Por eso hay que hacer lo posible para que ellos la disfruten y la recuerden con cariño.
Sarita... la felicidad de los niños, por desgracia en algunos casos, siempre depende de los adultos.
Claro que si, Sommer... reir con ellos y para ellos... es un maravilloso cachito de infancia que nos regalan cuando ven que nos esforzamos por ellos.
Gracias a todos.
Publicar un comentario