viernes, 21 de diciembre de 2018

Como aquella vez... déjame.



Déjame recorrerte, como aquella vez,
y perderme en ti.
Déjame acariciar la comisura de tus labios
de aromas buscados y donde todo es hermoso.
Déjame que provoque tus suspiros
y tu fuego por dentro, como aquella vez.
Volemos donde el cielo se hace verso…
Déjame amarte sin retorno,
con el alba perdida y sin tiempo.
Deja que tu boca se pierda en la mía,
que mis piernas se enreden en las tuyas
mientras duermes desnuda
abrazada a mi ternura,
mordiéndonos la piel
hasta quedar doloridas.
Déjame con los labios rotos de besos 
y de razones absurdas, como aquella vez,
y hasta que nuestras salivas sean la misma,
yo me mire en tu espejo y tú en el mío,
belleza que amo, seda que acaricio.
Déjame hacerte el amor,  como aquella vez,
hasta que mis dedos te enciendan,
y entregarme entera a tu marea
con caricias que agoten tus deseos.
Déjame hacerlo mejor que aquella vez.
Déjame hacerte feliz, como aquella vez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya!

maile dijo...

Vaya? Espero que eso signifique que te gustó.
Gracias por comentar. Aunque escueto, expresivo.