Déjame recorrerte, como aquella vez,
y perderme en ti.
Déjame acariciar la comisura de tus labios
de aromas buscados y donde todo es hermoso.
Déjame que provoque tus suspiros
y tu fuego por dentro, como aquella vez.
Volemos donde el
cielo se hace verso…
Déjame amarte sin retorno,
con el alba perdida y sin tiempo.
Deja que tu boca se pierda en la mía,
que mis piernas se enreden en las tuyas
mientras duermes desnuda
abrazada a mi ternura,
mordiéndonos la piel
hasta quedar doloridas.
Déjame con los labios rotos de besos
y de razones absurdas, como aquella vez,
y hasta que nuestras salivas sean la misma,
yo me mire en tu
espejo y tú en el mío,
belleza que amo, seda que acaricio.
Déjame hacerte el amor, como aquella vez,
hasta que mis dedos te enciendan,
y entregarme entera a tu marea
con caricias que agoten tus deseos.
Déjame hacerlo mejor que aquella vez.
Déjame hacerte feliz, como aquella vez.
2 comentarios:
Vaya!
Vaya? Espero que eso signifique que te gustó.
Gracias por comentar. Aunque escueto, expresivo.
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