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Paseando por lo más terrenal engordé medio kilo.
No puedo, ni quiero, decir que un halago no es importante. Siempre lo es. Ni decidir qué halagos, ni respecto a qué, son más importantes, ni cuáles los que más engordan, que, como dice un amigo “ca uno es ca uno con sus caunas”.
Pero ayer me sorprendí “engordando”.
Me he lanzado al aprendizaje de “técnicas de Spa” (puede que con esto consiga salir de los fogones), y gracias a mi hermana que me ha prestado el “parne”, que los cursos son caros y como que no.
Pero he me aquí, que con la esperanza de que ya en el primer día de prácticas, pudiera oír de boca del monitor que poseo una manos predestinadas a esto (cosa que oí por cierto), mi vanidad se vio engordada por algo mucho mas venial, transitorio y superficial.
Algún día me importó mi edad, mis arrugas, mis canas, mi “demodé”, mi amor por lo antiguo o por los Carnavales o por mi Romería, hablar de mis devenires por la Fe, o haberme quedado anclada en la música de los 80. Hoy no.
En el trasiego del emparejamiento para realizar las prácticas de masaje, van y me emparejan con un “fisio”, de poco mas de treinta. Recordé un sueño en el blog “Inspiración” (http://simplementetodos-campoazul.blogspot.com/2010/01/masaje-terapeutico.html) y, casi que lo he hecho realidad.
Tendida en la camilla de masajes, envuelta en una toalla y dispuesta a una exfoliante que se llevara todos y cada uno de los años que, en ese momento, no deseaba tener, la pregunta del millón…
-” ¿Qué edad tienes?”
-... ¡trágame tierra!...
-“¿cuarenta?”
-... no me tragues, tierra… “Mas o menos”…
-“te conservas muy bien”…
-“En almíbar”…
Y es que no supe contestar otra cosa… pero hoy, mi vanidad, descansa entre melocotones y piñas… de lata… porque andan en conserva… como mi edad.
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MANJAR DE DIOSES
Hace 3 horas
12 comentarios:
¿Siguió la conversación con el fisio...? Me hubiera gustado estar en su lugar para comerme cada uno de los años que te sobraban, y de postre los que quedaban.
jaajjaaj que linda!!
y si, si un fisio lo dice, tiene que ser asi!!
te mando un abrazo muy fuerte :)
yo tambien necesito unos masajes, mandame la direccion de ese spa adonde fuiste! jajaja me queda un poquito lejos no? buaaaa :(
besos!
claudia
Mi señor LUCARTURO, me temo que estabamos en clase y la conversacion se fue por otros derroteros. Pero los años que me sobraban me pesaron como nunca, y los que me quedaban temblaban como un flan.
De todas formas se agradece su "hambre".
Bienvenido.
Mi niña CLAUDIA... me temo que un poco a trasmano si que te queda. Pero si algun dia vienes por aqui, ya tendre mi titulacion de "tecnico de Spa" y te lo podre dar hasta yo misma. Pero claro... no sera lo mismo... ja ja ja...
Besos mojaditos desde el otro lado del charco.
Querida Maile, los años nunca sobran, más bien nos faltan, pues la vida es muy corta. Pero más corta aún, es la juventud, y la belleza de nuestro cuerpo.
Muchas gracias por acordarte de mi relato en pleno masaje, me hizo mucha ilusión, de verdad, mil gracias. Oye? o sea...que ese fisio se parecía a mi masajista? Que suerte tuviste!! yo me tuve que conformar con soñarlo...
Un besito.
PEDRO de mis entretelas... por el amor de Dios... dejame soñar chiquillo... que lo de que "los años no perdonan" ya lo suponia... y que lo de "te conservas bien" no lo pilla uno todos los dias... jejeje...
Besitos mi cielo.
CAMPOAZUL... no te creas... que a ti el sueño te dio para toda la noche y a mi el tiempo de un masaje... pero me acorde de tu relato y me dije "veras cuando se lo diga".
Besos niña linda.
...Pues que leí tu relato dos veces por temor a equivocarme, con la ilusión que me hizo.! Por cierto: a mi el sueño todavía me dura, porque es lo bueno de los sueños..., que se puede echar mamo de ellos cuando se quiera.
Mil besitos.
Y yo volvere a ver al fisio el lunes que viene... en clase.
MAILE:
¿No cantaban los del Río eso de dale a tu cuerpo alegría y cosa buena, Maile, ahhhhhhh?
Pueso eso mismo.
Salu2
¡Ay mi señor Diego!
Que no siempre a falta de pan es buena cualquier torta... y la sensacion de ser torta para alguien creo que tampoco me gustaria...
Besos mi señor.
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