Dormir hoy no es fácil. Hoy los despertares son para mi porque ni aún hoy, a siete días de salir, me encuentro capaz de asimilar y aceptar el camino que me espera. Y no es que vaya a ser malo, ni mucho menos, pero será tan diferente que tengo miedo de no saber estar a la altura y responder como debo.
Nunca he ido al Rocío sola. La primera vez alguien me llevó de la mano…la segunda me dejé llevar… después siempre hubo alguien a quien llevar, cobijar, ayudar, alguien de quien estar pendiente… Este año las cosas son diferentes, aquellos con los que iba, ya van por su cuenta o, los que peor, no pueden ir. Y, aunque reconozco que es sólo culpa mía, me siento extraña.
Mi tabla de salvación siempre han sido los que necesitaban de mí. Sentirme útil ha sido lo que ha dado sentido a mi vida la mayor parte de las veces. Dar me ha hecho feliz, no tanto por la necesidad que podía remediar como por la satisfacción que ello suponía para mí. Sin entenderlo, y sin preguntármelo, he ido viviendo sintiendo que la vida me daba más de lo que yo necesitaba y que no tenía derecho a quedármelo para mi sola. A la vida debía devolverle algo. ¿ Egoísmo?
Hoy, este año, voy sola. No tengo peña, ni grupo, ni coche, ni carriola. Pero los tengo todos. De nuevo puedo ir como al principio, desprendiéndome de todo, con lo justo y algo menos… y no sé cómo hacerlo. No llevar agua de sobra, no llevar dos raciones más de albóndigas, no llevar medicamentos que no necesito, un impermeable o un saco de dormir de más … este año que no llevo nada, siento que me aprovecho de que sé que con mi gente, con mi Hermandad, no me hará falta de nada.
Siempre digo que para ir a verLa no necesito mucho, pero es que este año, y después de no haber tenido un año demasiado así, creo que no llevo mucho más allá de mis penas y mi vacío.
Me dicen… vas de peregrina… Dios proveerá… déjate llevar… anda sólo con Ella…
Andar sólo con Ella ya lo hago durante todo el año. Responder ante Ella ya lo hago, pero creo que no sé responder ante mis hermanos y menos cuando lo que voy es a expensas de lo que pueda o no pueda recibir… porque no sé recibir, no sé necesitar aunque necesite.
Creo que he estado pendiente sólo de lo que Dios me daba, nunca he esperado más, y quizás me he olvidado de que Dios no es el único que da… pero ahora no se hacer frente a ello y me da miedo esperar más de lo merezca y sentirme decepcionada después. No sabría cómo encararlo.
No puedo explicarlo mejor porque no sé y porque hay demasiadas cosas que me dan vueltas en la cabeza. Pero a Dios y a la Virgen les pido que si este año ha de significar para mí una lección de algo, y son muchas las lecciones que necesito, me conceda la luz suficiente como para entenderla.
FALSO AMOR TIRANO O CORAZÓN DE PIEDRA
Hace 11 horas
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