miércoles, 26 de junio de 2019

... no soñar.

Siguiendo un "consejo" vuelco aquí todo de lo que no puedo desprenderme de otra forma, despellejandome hasta quedar en carne viva, hasta que no haya paso atrás que dar, hasta que no exista la más mínima posibilidad de que caiga ni un solo milímetro más de piel. 
Enmascararlo enganchándome a una pastilla para evitar la tristeza por la mañana, otra para poder dormir por la noche, otra para cuando la ansiedad no me deja, engañarme siendo quien no soy, intentando convencerme de que puedo volver a recuperar lo que yo era y que tanto me costó, luchar, pelear, esperar... estoy cansada y la sensación de "no poder", ese sentimiento de impotencia, de dependencia, es aún más pesado que el último que recuerdo que tengo antes de asumir que lo único que podía desear de mi vida era una muerte tranquila y sin dolor porque mi tiempo para todo lo demás había terminado. Sólo me restaba acostumbrarme a estar viva. Había conseguido vivir sin sentir.
Pero otro punto de inflexión estaba por llegar y yo sin saberlo, sin esperarlo, sin buscarlo, sin quererlo... pero apareció. 180º de vuelco que intenté en caida libre... sin paracaidas... pero volví a fracasar, para variar.
Y así me veo. Ocho meses a base de pastilleo.
Hace cinco días decidí dejar la medicación, en seco, por probar... pero comprobé que todo vuelve aún.
Hoy he de volver a recuperarla o me convertiré en alguien, no en quien a su vida se acostumbró sino en alguien a quien la vida no le merece la pena si no es como la soñó.
Necesito vivir... no fingir, no engañar, no soñar... quizás no amar.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero no debes dejar unas medicinas asi por que si.

maile dijo...

Lo sé. Ha sido un error. Pero ya estoy cansada de sólo "trabajar y dormir". Tenía que intentarlo.
Gracias por comentar.