domingo, 26 de abril de 2020

No quiero sentirme tuya


Empecé escribiendo "no quiero sentirme tuya" en un día de defensas bajas, más por desahogar que por reflexión, y buscando sinónimos encontré, por casualidad, este anónimo que resultó ser más un sinónimo. Cuando encuentro que alguien me expresó casi con exactitud matemática dejo de escribir.

"No quiero más noches de incertidumbre, ni la poca paz que me provoca el tenerte lejos de vez en cuando. Quiero alguien en quien pueda confiar y que confíe en mí y en lo que soy.
 Quiero ser mía y menos tuya, no quiero ser tu recompensa inmerecida, no quiero ser la sonrisa cálida que necesitas en un mal día porque no te la mereces. Quiero un amor completo y un amor que me permita ser mía y compartirme de rato en rato.
Quiero ser más mía que tuya para liberarme de tu carga emocional, de tus inseguridades y tu oscuridad eterna, de todo lo que te aflige que sólo se ha convertido en mis demonios.
Quiero poder amar a la clara, sin tabúes, sin miedos y que me amen igual, pertenecer a alguien que sepa que me pertenezco pero aun así sea capaz de compartirse conmigo, que sepa que a kilómetros de distancia sigo siendo tan suya como a centímetros de su boca.
Quiero ser más mía para poder dar besos más apasionados, para poder enseñar al mundo que me rodea que no estoy desgastada y desvanecida. Quiero ser más mía y no sólo quiero ser menos tuya, quiero ser completamente mía y no quiero ser nada tuya. Pertenecerme y vivir por mí, por mis miedos y por mis inseguridades, quiero hacerle frente a mi vida y no cargar con tus males a diario.
Quiero ser más mía para sacrificar menos lo que soy, para darle la oportunidad a alguien que esté completamente loco por mí y loco porque tiene un pedacito de mí a momentos, quiero ser menos tuya.
Mentira… no quiero ser nada tuya, para poder compartir un poco de mi cama repleta de sueños con alguien que no tenga miedo a cumplirlos conmigo, quiero ser tan mía que me ahogue en mi libertad. 
Quiero ser más mía y quiero dejar de ser tuya. Te he amado con locura, me he apagado por ti, dediqué mi existencia a cumplir tus exigencias, a remediar lo que ya no te gustaba. Qué ironía, esas cosas que te encantaban al inicio. Quiero ser completamente mía y no quiero volver a ser tuya, jamás".

2 comentarios:

Naranjito dijo...

Por primera vez no se me ocurre ningún comentario. Será por la lluvia que entristece el día o por la oscuridad que alumbra el sitio donde me siento. Vale, una cosa, cambio el relato al masculino y a ver que se me ocurre.
Un saludo

maile dijo...

Estimado caballero: usted que goza de lluvia que entristece y oscuridad que alumbra y que, traducidos al más auténtico andaluz, en Sevilla son maravilla y milagro...usted me hizo saber que pasó por aquí aunque no se le ocurriera "ningún comentario".
Cambie lo que quiera, diga lo que necesite, haga lo que le apetezca... como si fuera su casa que yo se lo agradezco de igual manera.
Su compaña siempre supondrá un lujo.
Saludos confinados.