domingo, 15 de septiembre de 2019

De nuevo ... Soledades.

Ellos tienen razón,
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe.
Ah, pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad.

Después de la alegría viene la soledad,
después de la plenitud viene la soledad,
después del amor viene la soledad.

Ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo...
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo.

Los datos objetivos son como sigue...

Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos,
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios,
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos.

Claro que la soledad no viene sola.

Si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible,
un sencillo respeto por terceros o cuartos,
ese percance de ser buenagente.

Después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad

Conforme.
Pero...
¿que vendrá después
de la soledad?

 A veces no me siento
tan solo
si imagino,
mejor dicho si sé,
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.


BENEDETTI


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